miércoles, 5 de octubre de 2016

Despedidas

Quería que la primera entrada de mi blog fuese algo especial, y que mejor que dedicárselo a todas aquellas personas que creyeron en mi alguna vez, que me apoyaron cuando pasaba por alguna mala racha y de los que, inevitablemente, me tuve que despedir hace unos cuantos días y a los que no veré en 10 meses, algo más de 300 días, 300 días en los que estaré viviendo la mayor experiencia de mi vida por el momento, vivir un año entero en Canadá.
Pero antes de empezar algo, toca dejar lo anterior, o más bien posponer, y sería de hierro si no me costase irme. Por esto quiero agradecer de nuevo a todas esas personas que sin esperar nada a cambio están ahí día a día: la familia y los amigos.
En primer lugar la familia: a mis padres, a mis tíos, abuelos, primos... gracias por aguantarme como soy con mis días buenos y mis no tan buenos y, me voy es cierto, pero volveré y todo seguirá siendo igual. Y se de sobra que puedo contar con vosotros para lo que sea.
A mis amigos, la familia que elegimos, ya seáis de Torre o Laguna os llevo conmigo en este viaje tenedlo por seguro. Los de torre: nunca se me van a olvidar estos fines de semana, estas fiestas, este verano en general(y tampoco los otros). Desde ir a cazar Pokemon, pasando por nuestras noches de mus en el Currus hasta llegar a ver amaneceres a las 8 de la mañana con un sueño tremendo, esos días de piscina, de partidillos de fútbol, de marujeos(de estos ha habido muchos), de noches de cenas, de discomovidas, de risas, de polis y cacos, de estar fuerísima, de cascazos, de algún sustillo que otro(ya hay que ser zuzu) y de todo lo demás solo os puedo decir que hasta el año que viene que el verano será todavía mejor.
Los de laguna: habéis hecho cosas por mí que nadie había hecho, la fiesta sorpresa fue genial y casi me hicisteis llorar lo admito pero era demasiado pronto todavía quedaba aún un mes entero, un mes que se paso como si hubiese sido un día o dos... de repente y sin saber cómo, ni por qué ya estábamos a 31 de agosto, mediodía entrando por la puerta de la estación para coger el tren rumbo a Madrid. La noche anterior había sido la de las despedidas con todos vosotros, lo había pasado mal y ya no os iba a ver hasta dentro el verano siguiente, o eso creía. Nada más entrar por la puerta de la estación ahí estabais otra vez, hasta con una pancarta para despedirme, creo que fue la hora más corta de mi vida y antes de que me diese cuenta ya estaba rumbo a Madrid y más tarde a Canadá.
A todos, y digo TODOS los que alguna vez habéis estado para lo que sea, las despedidas son siempre complicadas, pero lo son aún más si es a vosotros a quienes dejo atrás, GRACIAS

1 comentario:

  1. Hola Sergio, aquí en Laguna también te echamos de menos. Durante el viaje que hicimos con las Rutas Científicas tus compañeros hablaban a todas horas de ti.
    Te envío recuerdos de toda la comunidad escolar del Moliner.
    Todos te deseamos un curso estupendo y esperamos recibir pronto un artículo tuyo para el Blog del Centro.

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